Tercera División

POR UNA GRESCA GENERAL SE DEBIÓ SUSPENDER EL PARTIDO ENTRE ALMAFUERTE Y LOS PINOS

POR UNA GRESCA GENERAL SE DEBIÓ SUSPENDER EL PARTIDO ENTRE ALMAFUERTE Y LOS PINOS

En Ciudad Evita el partido no se pudo finalizar debido a que el juez Guillermo Salvatori decidió suspenderlo a los 11 minutos del segundo tiempo debido a “una batahola con golpes de puño generalizada entre ambos equipos”.

Hay quienes dicen que al juez "se le fue el partido de las manos y que todo fue su culpa". 

Hay otros que señalan que "el partido estaba picado desde antes y con las expulsiones empeoró más, y luego llegó el tackle ascensor y no se pudieron controlar"… 

La cuestión es que ni Almafuerte ni Los Pinos lograron terminar su encuentro del último sábado, ni ponerle paños fríos a una situación muy caliente que se dio en Ciudad Evita y que no fue para nada grata. 

Hasta el momento de la suspensión el elenco visitante estaba arriba en el marcador por 24 a 15 (cuatro a dos en tries), pero eso en realidad a esta altura es lo que menos importa.   

De esa forma ahora habrá que determinar, luego del informe del árbitro, Sr. Guillermo Salvatori si el partido finalizará con ese score o se deberán jugar los minutos que restaban para concluirlo. 

Lo cierto es como le señaló el juez a RCH “no se podía seguir jugando de ninguna manera en esas condiciones” y que por eso “no tuve otra alternativa que suspenderlo”.

Consultado sobre las expulsiones las ratificó y dijo que todo los hechos quedarían redactados en el informe que deberá entregarle a la URBA. 


LAS EXPULSIONES, LA PICA IN CRESCENDO Y EL TACKLE ASCENSOR, LA GOTA QUE DESBORDÓ EL VASO

El partido tuvo dos expulsados, uno por equipo, previo a las piñas generalizadas. 

Pedro Díaz, pilar de Los Pinos y Rodrigo Sampaio, segunda línea de Almafuerte, vieron la tarjeta roja unos minutos antes de la suspensión del cotejo y seguramente deberán declarar con otros tantos luego del informe del juez del partido, en donde le relatará al Tribunal de Disciplina los pormenores del caso.

La secuencia por lo que indican los testigos pareció ser: las expulsiones, el tackle ascensor, y en la jugada siguiente una reacción desmedida, un penal que cambió de bando por eso mismo y la posterior trifulca de todos contra todos en la siguiente jugada, en donde el juez Salvatore no tuvo más remedio que decidir la suspensión del partido.

La bandera que la URBA saca a la cancha semana a semana y que quiere hacer ver pidiendo RESPETO parece no haberse dado cita el sábado pasado en Almafuerte y más allá que el nivel del referato hace tiempo que no es el mejor debe quedar claro que el que manda dentro de la cancha es el juez y que todo el mundo también se puede equivocar. 

Seguramente también nos debe quedar claro que sin el árbitro no se podrían haber jugado esos 51 minutos de ese; ni ningún otro partido de la fecha. 

Una pena, que estos sucesos sigan ocurriendo a esta altura del partido y sean cada vez más frecuentes en el rugby en general. 

Al menos las autoridades ya deberían estar tomando nota, recoger el guante y aplicar el rigor de la ley a quien o quienes sean los verdaderos responsables. 

Queda claro que para que no se vuelvan a repetirse estas acciones que continúan empañando el rugby doméstico de la URBA, debe haber alguien decidido a controlar estos hechos de una buena vez y para siempre; y no mirar para otro lado, poner una bandera o tirar la basura debajo de la alfombra como alguna vez nos habían señalado que pasaba en las charlas con la prensa de FIMCO. 

Esperemos que de una buena vez y para siempre se eduque con el ejemplo, se informen las sanciones tantas veces requeridas por la prensa y se dejen de esconder tanto este como otros tantos casos, para al menos que quede claro hacia donde apunta con la disciplina el rugby porteño…





  





Fotógrafo: Archivo Rugby Champagne

Fuente: Jorge Ciccodicola / Guillermo Salvatori / representantes de los clubes

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